Esta tarde, Marina, me ha dicho: "veo que viniste enamorada de esta isla". Bingo. Así es. Tal vez también influyó la alegría de volver a "retomar la vida" y también a hacer el "trabajo de campo" que, sin duda, es uno de mi favoritos. Desde que me quedé embarazada, los Famtrips, se habían acabado para mí. En un principio por tener a mi bebé; luego porque era una niña demasiado pequeña; después había que ayudarla de manera constante en casa; motivos varios; pandemia y más pandemia... en fin, que ha sido toda una alegría volver a la "carretera".
Así que te cogí, Fuerteventura, con los ojitos llenos de amor; conocedora de que eras una isla difícil, salvaje, indómita, casi virgen, solitaria, ancestral... Y yo, ávida de que me explicases tu historia, comencé contigo, con BETANCURIA:
Pueblo bonito de España y capital de la isla durante más de 400 años, ahí es nada. Un lugar mágico, sin duda.
Con Suso, nuestro guía, también aprendí qué era un guirre o que había molinos y molinas. Te enseño una molina:
Aprendí que siempre, al lado de un molino, había una molina, más grande o más chica y a veces hasta molinitos jajajajaja... un crack, enamorado de su isla y trabajo, sobre todo del turismo activo. Nos explicó muy bien la vida en la isla, nada fácil, pero volvamos a Betancuria. Destacable también es su "iglesia", en realidad es una catedral que mezcla un montón de estilos: gótico, mudéjar, renacentista, barroco... No os la perdáis cuando vayáis, se tiene que pagar 1,50€, si no me equivoco, pero bien merece la pena.
El mirador con los reyes majoreros (como se denomina a los habitantes de la isla) ya lo conocéis (os he puesto esa foto varias veces). Decir que mientras Ayose gobernaba el sur de la isla, Jandía; Guize lo hacía en el norte, Maxorata (si os acordáis así se llama el hotel en el que estuve alojada). Ambos reinos estaban enfrentados hasta tal punto que la isla estaba dividida con una pared (descubre por tu cuenta qué hay ahora denominado así).
Los europeos entraron a la isla y se "establecieron" en ella a comienzos del siglo XV. La vida de los isleños no ha sido fácil nunca, esta tierra árida tuvo que ser mimada para que produjera un mínimo. El cereal, la oliva, cabras como ganado y la pesca fueron las actividades más comunes de sus habitantes hasta que irrumpió el turismo (pero no es una sobre explotación, tranquilos).
Voy a acabar hoy la jornada con un poquito de mar, para que os acune tanto el movimiento como su sonido.
Seguimos la semana que viene con otra entrega que por hoy, a vale, ya.¡¡Somos, Carol y las Botas de 7 Leguas!!.
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