Estamos en tiempo de descuento. La semana que viene, a estas horas, el puente de todos los santos estará casi pasando página. Habremos celebrado en Obón, mi pueblito bueno, el "Jalowey" (como lo llama mi madre). Son muchas horas de dedicación, de preparación, muchas, muchas... No todas de golpe, no, es un goteo continuo: RRSS, carteles físicos por algún pueblico vecino, muchos "quién puede comprar", "quién se puede encargar"... y todo por amor al arte, bueno no, por amor a un pueblico al que quieres ver vivo, y con tan poquicos habitantes... Es tan, tan difícil...
Desde que este martes pasado dejaron más laxas las medidas de seguridad, esto ha sido un no parar: contactar con personas "afines" para empujar a que todo salga lo más lucido posible, medirnos fuerzas, animar a que la gente colabore...
Además, espero poder decíos la semana que viene que he vendido muchas cosicas de las que voy a llevar al Mercadillo Cultural; me haría mogollón de ilusión, porque el 90% de las veces solo han sido de exposición.
Hala, vamos al lío con más buenas noticias, con un poquico de "color", de alegría por la esperanza que nos han dado de cara a los próximos meses. Hoy me atrevo a compartir un largas distancias, un país al que hacía mucho que no podíamos entrar y al cual muy prontito vamos a poder hacerlo (eso si cumplís las normas).
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