Este fin de semana hubiera sido en muchas localidades un día de ROMERÍAS. Es Pentecostés, la 2ª Pascua. En mi pueblo hubiéramos ido al CONVENTO DEL OLIVAR (Estercuel).
Hace décadas nos quedábamos a comer allí después de la misa. Sacábamos las parrillas del coche (o la paellera) y la "manduca"; unas veces había carne a la parrilla (ternasco de Aragón, chorizo, longaniza, morcilla de arroz y avellanas...) otras veces, rancho (patatas con costilla de cerdo y lomo en conserva por ejemplo, con unos granicos de arroz). Mientras la cosa se iba haciendo nos apretábamos un vermú "de alforja", osea, cada uno llevaba lo que quería/ tenía por casa, unos unas olivas, queso, unas patatillas fritas... y la bebida lo mismo; llevabas para tu familia y un poco más para que el que quisiera pudiera coger; el agua y el vino no faltaban, las botellas grandes de refrescos... y muuuuuuchos niños correteando por allí. Y eso enmarcado al lado del río entre una arboleda. Canciones, jotas, chistes, juegos... ¡hasta caídas en el río!.
Un día, no hace tanto se prohibió hacer fuego. Se acondicionaron unos espacios cubiertos para comer. Se jodió el asunto. Tal cual. Ahora alguno se queda, la mayoría, o no va o vuelve a comer a su pueblo. Una pena.
En fin, que este fin de semana no hemos acudido al convento porque SEGUIMOS EN PANDEMIA (así que no bajar la guardia) y no se puede, pero si que hemos ido a mi pueblico bueno y allí... ¡mirad lo que me han traído!:
Desde Barcelona, Chelo ha enviado sus CUADRITOS 20*20CM para las ALFOMBRAS MÁGICAS de Obón. Ya tenemos unos cuantos. Y no ha sido la única... en el bar me han dado también los de otra mujer maravillosa que salió de nuestro pueblico hacia Barcelona, pero que lo lleva en el corazón. Ha hecho nada menos que 26 cuadritos. Gracias, Fina.
Yo no me quedé atrás y, como ya sabéis, le llevé hasta allí el regalo que le hice a mi amiga Maribel para que guarde en él las fotos de su nieta Alicia, que nació hace 20 días. Mirad que chuli:
En fin, que hoy os dejo una ración entre la tradición de esos VIAJES DE ANTAÑO (creedme cuando os digo que en los tiempos de mis abuelos eso de ir al pueblo de al lado de romería era "lo más"), el GANCHILLO (también una labor tradicional entre las mujeres de los pueblos) y, como no, mi querido SCRAP que tantas satisfacciones y dolores me cura.
Por hoy... ya vale, ya.
Nos vemos pronto.
¡¡Somos, Carol y las Botas de 7 Leguas!!
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