REFLEXIONES DE UNA NOCHE DE JUNIO

Aquí estamos una semana más. Estoy bastante entretenida presupuestando muchos de vuestros viajes. Mi compañía más fiel a lo largo del día es mi gato, Minu, y la radio, Aragón Radio para ser más exactos. Me ponen al día en muchas cosas, sin ir más lejos esta semana pasada explicaba una "especialista" la importancia que le damos a los "likes", "followers", o "número de amigos de Facebook", entre otras cosas. Desvelaban que había mucha gente que tenía sus "trucos". Os explico algunos que me parecieron de lo más curioso:
  1. Los hay que compran un "paquete" de seguidores como el que compra un paquete de pipas (¡ay, omá, cómo va a ser eso así!). ¿Pero es que eso se puede hacer?.
  2. Luego los hay que le dan al "like" de tu página para que tu le des a la suya y cuando lo has hecho (al poquito para que se note menos) te dejan de seguir. A estas alturas yo estaba "ojiplática".... ¿cóooooomo?. 
  3. Luego tienes la opción de pagar a Facebook por llegar a no sé cuántos miles de personas, vamos, para que llegue tu información hasta unos kilómetros a la redonda de tu localización... o más. ¡Qué cosas!.
Os aseguro que solo con eso, yo, alucinaba. Y si a eso le sumas que hay gente que se desvive por ver qué gente (amiga) le da o no al "like", pero de forma enfermiza, eeeeh… que yo mirar, miro, y veo quiénes estáis ahí casi a diario. Incluso los locutores añadían que ellos reflexionaban el porqué un "post" que ellos creían que habían hecho con gancho, gracioso etc... no tenía la repercusión esperada y que eso, es verdad, "les mina la moral" como al Recio. O todo lo contrario, ves que el anuncio que has puesto para vender tu moto lo ha visto mucha gente (o tiene muchos likes) y que es como si ya la hubieses vendido... ¡subidóoooon!. La realidad es que... ¡es mentira porque la tienes ahí, cogiendo polvera en el garaje!.
En fin, que hoy, cuando ya me han dicho mis "amigas" scrapperas (a muchas de ellas ni las conozco, pero pertenecemos a la Asociación de Scrapbooking de Aragón, y eso nos une mil) que si no estoy en Instagram me pierdo la alegría de la vida... ¡me he quedao muerta!. ¿Pero tanto le cunde el tiempo a la gente?. No me lo puedo creer... Están en 3 ó 4 RRSS, tienen página, o blog, o ambas cosas, trabajan, leen, hacen crochet, VIAJAN... ¡qué estoy haciendo yo mal que no me cunde el tiempo!. ¡DIOS MÍO, MÁNDAME UNA SEÑAAAAAL!.

Luego he tenido otra reflexión... que disfrutamos poquísimo de los momentos. Los hacemos cortos. No los apreciamos. 
Y es que dentro de nada, estaremos en un PARAISO y veremos una puesta de sol proyectada en una sábana en lugar de disfrutarla en vivo y en directo. Vamos, como la foto ilustrativa de hoy.

Como colofón diré que hay que hacer todo por y para nosotros (con/a gustico) y para los que consideramos los nuestros. No importa que estén aquí, o lejos,  que nos "compren", o no, pero que aprecien lo que haces... y que de vez en cuando (o siempre) te manden una señal de ánimo en forma de mensaje, o te recomienden a su gente, o te compartan. ¿Porqué?. Porque CREEN en ti, les GUSTA lo que haces y CÓMO lo haces... y es una forma de ALENTARTE y APOYARTE. Así lo entiendo yo.
Y el resto del pelotón, esos que además no te conocen, con los que no tienes a nadie en común, no les gusta lo que haces pero revisan cada publicación tuya en las redes... pues yo que sé... ¿para qué esos miles de "followers"? ¿y si se vuelven "haters"?. ¡Qué necesidad hay!. 

Bueno, os voy dejando... que por hoy, ya vale, ya.

Os veo pronto.

¡¡Somos, Carol y las Botas de 7 Leguas!!.

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