A pesar de que no se sabe ni por dónde empezar y, sinceramente, con vértigo y ganas escasas, empezamos a preparar hace unos meses la COMUNIÓN de mi hija. Desde noviembre nos ha pasado... ¡de tooooodo!; desde que el restaurante al que vamos lo traspasaron 2 meses antes del día "C" hasta las tonterías más nimias que podáis imaginar. La reserva en dicho restaurante y sus condiciones nos la respetaron, sí, pero el susto fue morrocotudo, especialmente porque nos enteramos por Facebook. No os voy a aburrir contándoos todo el rollo. Decíos que a fecha de hoy todavía hay cosas que las tenemos pendientes... es así. La tarta (que hasta última hora no sabremos cómo quedará), recoger parte de los regalitos, las fotos... cosas que no están en nuestras manos. No me quiero imaginar esas bodas multitudinarias, vaya pedazo de estrés que deben de llevar. Lo imprescindible es confiar en unos buenos profesionales y que sean buena gente ayuda mucho.
Lo que sí dependía de mí eran unas chuches especiales que les he hecho a los compañericos de comunión de mi niña. Por supuesto el scrap tenía que estar presente, así que he utilizado papel de la colección "Ellas celebran su comunión" de El Altillo de los Duendes, la misma que para el álbum de fotos. Además de que nos encanta, tanto a Inés como a mí, es que le va de maravilla el color lila, color elegido por mi pequeña desde el minuto cero para sus complementos.
Una de las cosas que lleva es un "caramelo con palo" pero el rectángulo tapa otra chuche que no os digo para no desvelar el secreto. Como veis son todos iguales y todos diferentes. ¿Qué si los he acabado?. Pues no, pero aún tengo 6 días. Tic-tac. Ya sé que os estáis preguntando: "¿y el álbum?. Pues hasta que no tenga las fotos, para ver cuáles elegir, dónde colocarlas y las medidas, nada de nada. Solo está hecho el armazón y poco más... OMG!!.
Bueno, pues es hora de despedirse, que por hoy ya vale, ya.
Nos vemos la semana que viene.
¡¡Somos, Carol y las Botas de 7 Leguas!!.
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